Cuando amar te duele
Es increíble que algo tan maravilloso como el amor también pueda arrebatarnos la felicidad de un momento a otro. Es difícil enfrentarnos al hecho de que las cosas se pueden terminar en el momento menos esperado, o incluso cuando ni siquiera han comenzado. ¿Por qué cuesta tanto reponerse de las decepciones? Dicen que el corazón aprende a sanar con el tiempo, pero casi nadie menciona que aún cuando eso ocurre, esta parte de nosotros es más débil que antes, aunque intente aparentar lo contrario.
¿Quién nos advierte que amar a alguien puede convertirse en el peor tormento de nuestras vidas? La verdad es que nadie nos prepara para momentos como este. Es una cuestión en la que solo se puede perder o ganar, y no hay ningún tipo de premios de consolación. Lo peor de todo es que ni siquiera podemos evadir el amor ni el desconsuelo.
Sería muy fácil fijarse siempre en la persona correcta; hay a quienes les sucede sin ningún problema. Sería sencillo simplemente enamorarnos de quien estamos seguros que nos va a corresponder. Pero la cuestión es que nada en esta vida puede estar libre de complicaciones.
El amor es un arma de doble filo que puede matarte más veces de las que te imaginas. Nunca te vas a ver venir cada puñalada, pero ellas estarán ahí, listas para ponerte a prueba. Es como si siempre hubiera alguien dispuesto a llevarse lo mejor de ti sin entregar nada a cambio. Y es solo cuando el dolor se hace tan fuerte al grado de no poder soportarlo más, que te das cuenta de que aunque fuiste estúpido, jamás habrías podido dejar de amar a esa persona.
Cuando amar es algo que te duele, lo único que desearías es dejar de sentir. Desearías librarte de tu propio corazón.