Cuando dieron las doce
Los minutos y momentos se escaparon como agua entre mis dedos
estabas frente a mí, como tantas veces en mis sueños
me mirabas con tus pupilas brillantes como dos estrellas
resplandecientes en ese cielo límpido que era tu mirada
escuché el sonido de los invitados, el vals que tocaba la orquesta
y desee nunca poder despertar de esta fantasía
cuando dieron las doce te besé sin importarme nada.
Otro año que se desplaza enfrente de nuestros ojos
demostrándonos que el tiempo no espera a ningún sentimiento
que cuando una historia de amor es real merece ser vivida
puede haber barreras o sombras que quieran destruirlo
pero dos personas que se aman pueden brillar en cualquier lugar
pueden hacer a un lado diferencias y desilusiones
y hacer que su historia perdure por muchos años más.
La canción que escuchaba en mis oídos parecía traer tu nombre inscrito
te susurré al oído que siempre tendrías mi corazón
que mis manos, labios y cada una de mis miradas te pertenecían
tan pronto como el sol se esconde detrás del horizonte
y me quedó justo aquí para velar tus sueños, donde quisiera vivir;
un año que me ha demostrado cuan grande es este sentimiento
cuando dieron las doce te demostré todo mi amor.
El tiempo puede pasar por nuestros rostros y nuestra misma historia
pero no hay nada más grande que los instantes compartidos
¿los atesorarás en tu corazón al igual que lo hago yo?
porque sé que no podría vivir sin ninguno de ellos, o tampoco sin ti
eres todo eso que me guardo en el alma y nunca comparto
porque yo quisiera convertirte en todo lo que tú necesitas
en todo lo que tú quieres y anhelas.
Cuando el reloj marque las doce en punto
voy a prometer que voy a amarte para siempre.