Cuando me besas

Siempre que estoy a tu lado y me haces reír, me doy cuenta de la suerte que tengo al haberte conocido, porque definitivamente eres el rayo de luz que alumbra mis días. No importa que esté nublado o soleado afuera, tú siempre consigues levantarme el ánimo y hacer que una sonrisa se dibuje en mis labios; y no hay muchas personas que sean capaces de hacerlo. Es por eso que te quiero tanto.

¿Puedes hacerte una idea de lo mucho que te extraño cuando no estás? Creo que me he acostumbrado de una manera irremediable a tus brazos alrededor mío, a tu olor y a tus palabras. ¿Cómo es posible llegar a querer tanto a alguien?

Casi nunca te digo lo mucho que te quiero y menos te agradezco por todo el cariño que me das, pues bien sabes que no me es fácil expresar mis sentimientos. Lo feliz que me siento cuando me besas y me hablas al oído. Espero que con esta carta te des cuenta de que siempre lo tengo presente y también, de que no te cambiaría por nada ni nadie en el mundo. Lo que compartimos no es perfecto pero es suficiente para mí, porque yo he llegado a enamorarme de ti con cada una de tus imperfecciones, así como con las virtudes que te hacen una persona única.

Hoy solo quiero compensarte y darte las gracias por quererme, por ver en mí las cosas que nadie más puede ver y por comprender que a pesar de mis errores, guardo un inmenso cariño que no puede ser arrancado de este corazón, que es solo para ti. Y es que tú sacas lo mejor que hay en mí; me he dado cuenta de eso.

Te amo mucho y quiero que así siga siendo por un montón de tiempo más.