Cuando sabes que tienes que dejarlo ir
Lo más difícil no es darte de cuenta de cuando la magia entre tú y otra se ha terminado, sino aceptarlo. Porque te percatas de que una vez que lo haces ya no hay vuelta atrás. Significa que te tienes que desprender de todos los momentos felices que alguna vez le dieron sentido a tu vida, dejando que se conviertan simplemente en recuerdos dolorosos. Porque no entiendes como algo que una vez fue tan bello, te puede quebrar el corazón y el alma.
Quizá odiamos las despedidas porque no soportamos la idea de estar solos o de tener que empezar de nuevo. Parece tan difícil volver a levantarse. Creer en el amor se vuelve algo muy lejano y casi imposible de alcanzar una vez más.
Pero cuando sabes que tienes que dejarlo ir, no significa que no vaya a volver a ti de nuevo. Volverá con un rostro diferente, en una persona con la que tal vez nunca te habrías imaginado que podrías estar, pero que podría quedarse para siempre o enseñarte porque vale la pena abrir tu corazón a pesar de las decepciones. Eso es lo más bello de enamorarse: siempre te llevas sorpresas que te cambian por completo, aunque a veces puedan lastimar.
Hay amores que jamás se olvidan y se quedan en tu corazón como cicatrices que son complicadas de borrar con el tiempo. Pero no por ello vas a dejar que te detengan o que te impidan seguir buscando a ese alguien especial.
En ocasiones, tienes que desprenderte de lo que una vez te hizo tan feliz para darte cuenta de que no le puedes confiar tu felicidad a nadie, pues solo tú eres el dueño de ese sentimiento. Y una vez que lo entiendes, estás listo para volver a amar sin temores que te afecten.