Cuando sacrificas tu felicidad por alguien que amas

Es difícil darte cuenta de que esa persona a la que amas con todo tu corazón, después de todo no podría ser feliz a tu lado. Y tú lo darías todo porque así fuera. Harías cualquier cosa para verle sonreír cada día y que te correspondiera plenamente. Pero entonces recuerdas que tú no mandas sobre su corazón, ni tienes el poder de darle felicidad verdadera, aun cuando esas sean tus verdaderas intenciones. Y sabes que tienes que dejarla ir, aunque eso termine destrozando tu corazón de una manera que jamás te imaginaste.

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Lo más duro es resignarse a que va a encontrar lo que está buscando muy lejos de ti. Saber que para encontrarse bien, tú tienes que mantenerte lejos, quizá conformarte con su amistad, porque es lo mejor que vas a conseguir de todos modos. Piensas entonces que la vida es injusta, al no permitir que te enamoraras de alguien más. Alguien con quien la historia pudo haber sido muy distinta.

Pero luego te niegas a ello porque después de todo, no puedes concebir encontrar el amor con nadie más. Porque esa persona por la que tienes sentimientos tan fuertes, es la única que puede hacer latir tu corazón y es más especial que cualquiera.

Y de todos modos, terminarás haciendo lo correcto y la dejarás ir para que pueda enamorarse de alguien a quien su corazón, si haya elegido. La tristeza será algo inevitable entonces. Pero ni siquiera eso te importará al comprobar que has hecho bien, porque tú le amas de una manera sincera y tan solo quieres que sea feliz, aunque no esté a tu lado. Porque jamás le forzarías a amarte, ni terminarías con algo tan valioso como su corazón. No puedes obligar a nadie a tener un sentimiento hacia ti, pero si puedes hacer lo mejor por él o ella.