Dame ese beso que intentaste evitar

No me engaña tu falsa cara de enfado que trata de contener una sonrisa. No me dejo llevar por tus desplantes, ni por esas frases hirientes con las que pretendes alejarme de ti. No puedes conseguir que pierda mi interés, ya aprendí que todo lo que esta vida te trae con facilidad, fácilmente se lo lleva. No intento conquistarte, pues nunca dejaste de ser tuya y no podría desearte de otro modo, como no podría perdonarme el regalarte los oídos para obtener una recompensa rápida.

Puedo leer en tu mirada que sientes miedo, el mismo que siento yo cuando me veo reflejado en tus ojos. Las expectativas son capaces de enterrar la historia más auténtica sin haberle dado una sola oportunidad para florecer y enseñarnos el color de cada uno de sus pétalos. ¿Es demasiado pedir? Solo quiero verte florecer, en mis brazos, en los suyos o en los de nadie. No quiero dejar que pasen los años y encontrarme contigo por casualidad, una tarde cualquiera en medio de esta enorme ciudad, para descubrir horrorizado que el brillo impactante de esos ojos que mantuvieron mi mente alejada del cálido sueño tantas noches pasadas se han vuelto opacos, fríos y carentes de vida.

Su alma bendita

Ver que te ha abandonado la ilusión de cambiar el mundo simplemente porque creías poder hacerlo. Porque querías hacerlo, no necesitabas más motivos ni explicaciones complicadas. Que hayas acabado por construir tus propios barrotes para encerrarte en una cárcel invisible, como hace el gentío para sentirse seguro. Comprobar que ahora necesitas etiquetas para explicar tu personalidad o tus puntos de vista, porque eres incapaz de ser única como eras antaño.

Que agaches la cabeza cuando me veas, porque recuerdes de repente la niña que solías sacar a pasear algunas noches a mi lado, y a la que ahora ni siquiera puedes poner rostro. Que descubras en la mirada ausente de otra persona el último vestigio de lo que un día fue y nunca debió dejar de serlo.

Contemplarnos en silencio y aceptar sin necesidad de palabras que has dejado de ser tú, para convertirte en una más.