Debí sentir algo
Siento la bruma en mi almohada que está llena de tus recuerdos
vienen a mi memoria las palabras y los instantes
huellas que no se borran del alma con el paso del tiempo
como una lágrima que se desliza en las sombras
como el susurro de un amor que se despide para siempre
debí sentir algo en el momento en que te fuiste.
El pétalo de una rosa rota ha caído entre mis palmas
como un fragmento de mi corazón que aún mantiene sus latidos
débiles pero conscientes de tu olor y de la sensación de tu pelo
del color de tu mirada en medio de una noche que no tenía fin
y desde el instante en que apareciste en medio de mi camino
debí sentir algo con el sonido de tu voz.
Hoy no existe con los vestigios de ayer
que me mantienen atado a una época que se repite en mi mente
escuché una melodía que antaño compartí contigo
pero trató de evocar tu rostro y me pareces tan solo un sueño
quiero pensar que jamás lo imaginé
debí sentir algo si una vez tomaste mi mano entre las tuyas.
Mis memorias no hacen más que reprocharme el olvido
no obtienen alivio alguno en la recreación de tu persona
la vida se me escapa mientras pienso en ti
no hay luces en mi cielo ni fuego en mi oscuridad
cristales que se quiebran como un frágil sentimiento
debí sentir algo cuando vi aproximarse tu partida.
Sigo sin encontrar los vestigios de este sueño al que dejaste sin anhelos
miro a través de mis propios errores
observó la llegada inminente del invierno
pero hace mucho que ya no encuentro un sitio cálido dentro de mí
y es que la soledad se ha vuelto la mejor de mis compañeras
debí sentir algo cuando me dijiste adiós.