El amor no es perfecto

Pocas veces nos detenemos a pensar en lo grande que tiene que ser un sentimiento, para ser capaz de aceptar a una persona con todos sus defectos y sus problemas. Para poder abrirle el corazón a alguien que tal vez, no es tan ideal como nos quiere hacer ver, porque también carga con sus propios miedos y desilusiones. Quizá es por esta razón que no muchas relaciones suelen durar toda la vida, porque de alguna manera esperamos recibir más de lo que estamos dispuestos a dar. Pero amar a alguien nunca ha sido cuestión de esperar algo, sino de saber sacrificarse por alguien que te importa.

El amor es perfecto y es precisamente esa imperfección lo que hace de él algo tan maravilloso. Puedes tratar de enfocarte en lo bueno, jurar que vas a amar a alguien toda la vida y pretender que las cosas entre ustedes siempre van a ser felices. Más pronto te das cuenta de que no es tan sencillo y sabes que hay mucho de esa persona que en realidad, te puede sacar de tus casillas.

Y aún así decides fijarte en sus virtudes, quedarte con los aspectos que han sabido enamorarte con el paso del tiempo y seguirle prometiendo que van a estar juntos lo que les resta de vida.

Son esa clase de amores los que hacen que la vida valga la pena, aún cuando tienen que pasar por momentos difíciles o separaciones. Porque al final del día saben que solo se tienen el uno al otro, y que si hay pruebas que tengan que superar con tal de llegar juntos hasta el final del camino, es algo que van a hacer, defendiendo siempre sus sentimientos.

Amar es un verbo que tiene muchas formas. Y varias de ellas tienen sentido cuando eres capaz de darlo todo por alguien especial.