El café de las mañanas
Amo el sonido de tu voz al despertar y tu mirada de ensueño
la música silenciosa que nos envuelve cuando me acerco a tu almohada
la manera en que tu perfil me recibe al aproximarme;
te has vuelto una parte indispensable dentro de mi rutina
y es que adoro la manera en la que sonríes al levantarte
ese pijama del que nunca te gas desprendido
y compartir contigo el café de las mañanas.
Miró atrás y me doy cuentas de las que cosas que han cambiado
una vida vacía que de pronto tiene emociones que compartir
una historia que hace mucho tiempo que no escribía
pero que ahora ha encontrado su rumbo justamente a tu lado
palabras que no necesitan ser dichas y miradas furtivas
todo lo que he descubierto junto a ti y que pasaba por largo
como esa calidez que siento con el café de las mañanas.
Jamás me planteé seriamente el amar a alguien
pero me doy cuenta que el corazón sigue senderos inciertos
en los que no siempre es fácil decidir o no hay elección
he descubierto lo que es sentirse atado a alguien más
que la voluntad y el orgullo no existen al amar
y que hoy no hay nada que pudiera cambiar por tu compañía
esa que me hace tanto bien durante el café de las mañanas.
No sé que será lo que nos deparé el mañana
ni si nuestros caminos pueden llegar a bifurcarse
no sé si tendré que perderte después, ni si lograré ser fuerte
más tus hábitos y tu forma de ser son ahora mi presente
la brillantez de tus ojos y la belleza detu semblante
todo eso que alegra mi vida y que no quiero perder de vista;
todo lo tuyo que me maravilla durante el café de las mañanas.