El color de tu alma
Con el pasar de los días puedo ver a través de tus miradas y tus acciones
hay algo en cada una de ellas que hace que me enamore cada vez más de ti
pero el tiempo me hace querer descubrir mucho más de tu persona
y como las estaciones cambian de un instante a otro a lo largo del año
me doy cuenta de que en tu interior hay mucho más de lo que ansío conocer
pues mis sentimientos pueden llegar a ser blancos como el color de tu alma.
Como los rayos que se desprenden en el cielo de un atardecer
puede ser tu mirada cuando se encuentra con la mía a última hora del día
suave, silenciosa pero sin dejar de refulgir y de demostrarme una vez más
que daría hasta el último segundo de mi vida por jamás desprenderme de ella
que ni la oscuridad que reemplaza al sol cada vez que se oculta en el horizonte
puede competir con la luz que desprende para mí el color de tu alma.
Las horas son lentas para mí cuando no escuchó el sonido de tu voz
el viento juega conmigo al traerme tal recuerdo aún en la distancia
siento euforia y a la vez impaciencia, me siento imprudente y a la vez valiente
los segundos se abren paso cada vez más inconstantemente
y de repente tú apareces frente a mí, haciendo latir a mi corazón
como eres capaz cada vez que trato de descubrir cada matiz del color de tu alma.
Ya no sé cuantas tonalidades y estados puedes adquirir
porque cuando me veo a tu lado siempre tienes algo para sorprenderme
el mundo puede cambiar a mi alrededor sin detenerse
pero tú te vas a quedar dentro de mí para siempre
nunca voy a cansarme de jugar a averiguar
cuan fuerte o cuan pálido puede ser el color de tu alma.