El día en que decidí darte mi corazón

Las cosas cambiaron en mi vida desde el momento en que te conocí, aunque al principio ni siquiera sospechaba lo importante que serías para mí. Luego me enamoré de ti y desde entonces, hemos vivido muchas cosas, no todas ellas buenas, pero la mayoría han sido memorables. Supongo que por eso hay quienes dicen que el amor nunca es perfecto, aunque dos personas se amen con todas sus fuerzas.

El día en que decidí confiar en ti y entregarte mi corazón, tomé una de las elecciones más difíciles que hasta ahora he vivido. Todavía hay veces en las que me pregunto si hice bien, no porque no te ame o porque no confíe en ti, sino porque te conozco mejor que ninguna otra persona y sé muy bien que a veces lastimas a quienes se preocupan por ti, en un intento de esconder lo que realmente sientes. Quieres ser fuerte y sueles escuchar demasiado a tu orgullo, en lugar de hacerlo con tu corazón.

Y ya ves, con todo y eso yo te quiero de verdad, aunque a veces me hagas llorar y digas cosas que no quieres decir, aunque después tenga que escuchar que te disculpas y me repitas que no me mereces. Pero es que enamorarse es así, amando todos los defectos del otro y comprendiendo que a veces, esos detalles incómodos también le hacen único.

Prefiero pensar entonces, en los instantes hermosos que hemos compartido y en los cuales me has hecho muy feliz. Tú te has convertido en una razón muy poderosa por la cual sonreír cada día.

Te miro y me doy cuenta del tiempo que llevamos juntos ya, y me sorprendo del camino tan largo que hemos recorrido, un camino que todavía continúa y que puede estar lleno de sorpresas. No sé donde estaremos mañana y no me importa mientras esté contigo.