El dolor de amarte
Te fuiste sin esperar a que recogiera los trozos de mi corazón
me dejaste tan solo con el dulce eco de tu ausencia
me heriste sin importarte desgarrar todas esas memorias buenas
y aún así me encuentro evocando tu rostro
me has convertido en una sombra de lo que era antes de ti
porque no hay nada que se compare con el dolor de amarte.
Si pudiera retornar el tiempo tal vez me impediría conocerte
pero pienso que no lo haría pues a pesar de todo
tu amor ha sido como una espina que me niego a desterrar de mí
fotografías desgastadas de nuestros instantes juntos
canciones que compartíamos y que ahora son motivo de tristeza
te juro que nada es tan grande como el dolor de amarte.
Ojalá mi camino no se hubiera entrelazado con el tuyo
y no tendría que contentarme con los vanos recuerdos
con las migajas que me quedan de tu cariño
un sentimiento que solo fue una ilusión en la que quise perderme
siempre has sabido como hacer de mi corazón un prisionero
masoquista que se contenta con el dolor de amarte.
Siento tus pupilas presentes en todos mis sueños
escucho todavía el susurro proveniente de sus labios
ese que me recuerda que jamás podré escapar de ti
aunque haya un millon de kilométros de distancia de por medio
porque las barreras que he erigido en torno a mí no son suficientes
como para hacer a un lado el dolor de amarte.
Tal vez el tiempo pueda curar todas estas heridas
quizá los años me ayuden a borrar por completo tu nombre
a lo mejor los meses son suficientes para desprenderme
de la sensación evocada de tus manos y tu mirada
aunque tengo la ligera sospecha de que ni siquiera esto
bastarára para deshacerse del dolor de amarte.