El mayor regalo
La primera vez que te vi, me dije a mi mismo que no podías ser real, pues fue tal el impacto que me causaste que desde el primer momento supe que me había enamorado. Tú eres todo eso con lo que siempre soñé y aún más, cuando estás a mi lado, todo tiene sentido, incluso si se trata de esos problemas que a veces me parecen tan difíciles de solucionar. Y es que con tu forma de ser y tus consejos, me haces ver la vida de un modo que no pudiera haber imaginado antes. Pero eso no es lo único que ha hecho que me enamore de ti.
También están tus ojos, que me atraparon desde el primer momento en que me perdí en ellos, pues tu mirada es lo único que necesito para sentirme seguro, para saber que todo va a estar bien sin necesidad de que digas una palabra. Simplemente eres la persona más maravillosa con la que me pude haber topado.
¿Qué más podría decirte para qué te hagas una idea de todo lo que provocas en mí? Quizá te suene extraño o muy apresurado, pero me atrevo a asegurar que mi futuro está al lado tuyo.
Y es que cuando me sonríes, todo se ilumina y me doy cuenta de que no necesito mucho para ser feliz, solamente a ti con tus caricias y tus besos, con las palabras que me dedicas día a día y que me convencen aún más, de que el amor es lo más maravilloso que podemos compartir. A tu lado he descubierto que no hacen falta conversaciones largas para decirnos todo con un simple gesto, ni hay tiempo de sobra para pensar el uno en el otro, pues todos los minutos se desvanecen como agua acordándome de ti.
Te amo.