El placer de tu recuerdo
Miles de momentos se acumulan en mi mente
a veces gloriosos, a veces vanos o simplemente tristes
pero todos ellos se niegan a apartarse de este rincón
atándome para siempre al color de tus ojos o al sonido de tu voz
a la sensación de tus manos que se sienten como un sueño
todos construyen ilusiones con el placer de tu recuerdo.
Miro entre la lluvia que golpa mi ventana y me pareces irreal
como otra de esas memorias que me pueden traicionar
escolco entre mis sueños y me convenzo de que es cierto
porque aunque el viento me traiga tu nombre de tanto en tanto
no puede ser cierto esto que me haces sentir
tú no puedes ser cierto como la más bella de las ilusiones.
A pesar de todo, el tiempo me contradice
transcurre recordándome que una vez fui feliz contigo
así tú no supieras de todo eso que me hacías sentir
en vano le doy la espalda a mis memorias escondidas
algún día dejarán de hacerme llorar, dejarán de hacerme sonreír
y ya no temeré el placer de tu recuerdo.
¿Por qué te siento tan cerca cuando te hallas tan lejos?
Ójala te dieras cuenta de la trampa que me has puesto
desde el primer momento en que cruzaste tu mirada con la mía
y así ya no tendría que vivir entre la espera y la incertidumbre
eres un tormento y un consuelo a la vez
tú eres todo lo que quiero y no puedo tener.
Algún día lograré olvidarme de cada dulce instante
de la manera en que corre mi sangre cuando te pienso
de que los latidos de mi corazón hace mucho tienen una razón de ser
porque tú provocas sueños y anhelos
pero también ilusiones que son angustiantes
erigidas en el placer de tu recuerdo.