En mi soledad

En mi soledad te recuerdo como un fragmento roto de mi corazón

una tarde te marcaste dejando un espacio sin llenar

convirtiendo mis tardes en momentos grises

y dejando en los rincones como único regalo, tu ausencia

tanto me cuesta despedirme que aún te pienso en todos ellos

y te odio para ir matando el otro sentimiento.

soledad

En mi soledad estoy mejor aunque sé que no es real

me acostumbré a los luceros en tus pupilas dentro de mi oscuridad

a depender del calor de tus manos y el consuelo de tus besos

a pensar en tantas ilusiones como algo que se puede dar por hecho

a pensarte a ti con ese encanto traicionero

que todavía me hace falta en esas noches de insomnio infinito.

En mi soledad hay muchas memorias felices y tristes

recuerdos de los que quisiera desprenderme y no puedo

porque todavía temo olvidar ese rostro que me fascinó una primavera

temo perder la capacidad de seguir echándote de menos

de llenar esos minutos que transcurren sin vida con alguien más

un amor que no haga daño y que no oprima a este corazón.

En mi soledad te pienso y no puedo evitar extrañarte

aún con esas heridas cuyo dolor soy incapaz de despedir

pues es más bello tener el recuerdo que sumirme en el olvido

si me mirara en tus ojos una vez más en el siguiente amanecer

sabrías que estoy condenado a no dejarte ir

porque todavía en la distancia, tú sigues aquí, conmigo.

En mi soledad hay espinas y botones que no pueden florecer

creo que arrancaste todo antes de irte

creo que jamás me amaste, y me duele tener que darme cuenta

porque con todos tus deliciosos errores te fui queriendo

te fui amando a tal punto que eres una constante en mí

y ahora, no puedo amar a nadie más.