Esas pequeñas cosas que nos conectan
A veces te encuentras con una persona y aunque tienes la impresión de que al principio no tendrán nada en común, con el tiempo te das cuenta de que hay detalles minúsculos, cosas muy pequeñas que los vuelven afines. Y de pronto esos detalles comienzan a cobrar significado, tanto que te ves ligado a ese alguien de una manera que nunca hubieras esperado pero que se siente correcta. Y te sientes como en una nube.
Hay ocasiones en las que solo basta un poco de tiempo para dejar que esas cosas tomen sentido y entonces, se vuelven una razón para sonreír, ya sea que estés en soledad o acompañado. Son muy misteriosas las maneras en las que funciona el amor y como lo encuentras en los lugares más insospechados.
Pero el tiempo puede llegar a desgastar hasta aquello que consideramos más bello y perdurable. Uno jamás puede predecir lo que ocurrirá en el futuro, por más que se haga a la idea de lo que debería hacer.
¿Qué pasa cuando esos minúsculos detalles se esfuman? ¿Qué sucede cuando van desapareciendo sin que podamos hacer nada para remediarlo? Es duro de concebir, pero los romances también se terminan y puede que de ellos no quede ni la sombra de lo que fueron en el pasado. Muchas personas no suelen entender esto y se pierden en el pesimismo hacia los sentimientos.
Es duro tratar de comprender como algo que inició siendo ter hermoso, se termina paulatinamente entre una pareja que se amaba con todo el corazón. De pronto, la magia que encontraban en el otro es reemplazada por la rutina y las pequeñas cosas que provocaron su enamoramiento, se transforman en escenas enormes que no funcionan de la misma manera. Y pueden volverse desilusiones o bien, enseñanzas de que hasta en el amor hay que seguir intentando, ya que este no es perfecto.