Este año, mi propósito eres tú
Supongo que debería comenzar esta carta saludándote o algo parecido, aunque no sé bien como empezar para comunicarte lo que te tengo que decir.
Arrancamos un año más y todo este tiempo, solo me ha servido para darme cuenta de que mis sentimientos por ti siempre fueron reales, a pesar de que en algún momento me surgieron dudas. Nunca creí poder encontrar a alguien como tú, que cambiara tan drásticamente mi manera de pensar y hasta hacerme desear trasnformar todas mis acciones, modificar en algo mi forma de ser, tan solo para ser mejor para ti. Eres lo mejor que me ha sucedido en mucho tiempo, aunque tú ni siquiera te des cuenta de eso. Pero este año tú te has vuelto mi principal propósito, porque me he decidido a mostrar sinceridad en mis sentimientos.
Quizá te extrañe saber todo lo que provocas en mí o porque te has vuelto tan indispensable en mi vida. Basta con decirte que solo una mirada tuya, podría hacer que el día valga la pena, incluso si he iniciado con el pie izquierdo. Y me ha sucedido en más de una ocasión, ¡el simple hecho de verte para lograr sonreír cuando las cosas parecen ir mal! Tanta es la influencia que tienes sobre mí.
Sin embargo, ahora ya no basta encontrarme contigo o ver como me dedicas alguna sonrisa, aunque sea amigable. Yo quisiera ser algo más para ti. Quiero convertirme en esa persona capaz de consolarte y sacarte una alegría cuando estes triste, en alguien en quien puedas confiar plenamente, porque sabes que no te juzgaré y que haré hasta lo imposible por protegerte. Por preservar esa felicidad tuya que para mí, es lo más valioso que existe en el mundo. Deseo que me creas y que me des una oportunidad, sino de estar a tu lado, al menos de conquistarte con mis palabras y todo lo que podría hacer para demostrarte que te amo con honestidad.
No te culpo si todo lo que te digo llega a abrumarte, ya sé que es posible que ni siquiera hayas sospechado todo esto que siento. A veces soy capaz de ocultar mis sentimientos muy bien, puesto que no me gusta expresarlos ni mostrarme vulnerable ante los demás. Pero no puedo remediarlo, porque cuando estoy contigo tengo la necesidad de ser transparente. Sea cual sea la elección que tomes después de leer esta carta, me gustaría que supieras que yo voy a permanecer ahí, en cualquier instante que me necesites. No te pediré nada a cambio y si al final tengo que resignarme a renunciar a ti, intentaré hacerlo por mucho que me duela. Es una posibilidad en la que no me gusta pensar, pero que tengo que considerar. No obstante, no quiero terminar con mis ánimos tan pronto.
Me he hecho a la idea de luchar cuanto pueda, antes de que me des un no definitivo. Es por eso que me encantaría que me dieras esa oportunidad, aunque trataré de vencer tu resistencia si no. Ya ves que a veces puedo ser muy tenaz.
Ahora tú tienes que tomar una decisión, sabiendo que me he enamorado de ti. Tú y yo sabemos que no hay muchas opciones, pero creo que si nuestros caminos se cruzaron, definitivamente es porque podemos hacer algo bien juntos. Quizá como dos personas que se aman. Y tal vez para siempre. Por favor, toma en cuenta que mis palabras son verdaderas y no te dejes llevar por mi exterior. Mi corazón late por ti como jamás lo ha hecho por nadie.
Y si me correspondes, me harás la persona más feliz en el mundo.