Ir a casa en Navidad

Resulta curioso como las épocas navideñas son capaces de acercar a tanta gente pero a la vez, también son un motivo por el que otras personas se mantienen apartadas del calor del hogar. Siempre hay heridas que son difíciles de cerrar y en Navidad, se pueden volver mucho más difíciles de olvidar. Y es entonces que ir a casa se convierte en algo imposible para algunos. Quizá porque duele ver la felicidad de alguien más, mientras la tristeza se apodera de uno. Tal vez porque los obsequios no bastan para llenar el vacío que se siente, cada vez que los recuerdos vuelven y nos damos cuenta de que pasa un año más, lleno de ellos y de tantas cosas que parecen perdurar en vano.

Sin embargo, todo esto puede hacernos olvidar también que tal vez, haya alguien cerca dispuesto a ayudarnos a seguir adelante y curar todo lo que nos atemoriza por dentro. Navidad es una época para reunirnos con quienes amamos, pero también es un tiempo para perdonar y continuar con nuestro camino, para renovar los aspectos viejos y proponernos ser mejores.

Puede que te sientas solo e incapaz de seguir, pero la verdad es que nunca es tarde para ser feliz. Si algo nos han enseñado las temporadas de fin de año es que no vale la pena mirar hacia atrás, cuando el futuro puede ser más brillante de lo que soñamos.

La familia y los amigos, estarán ahí listos para vernos regresar en cualquier momento, ignorando el orgullo y los malos sentimientos que pudieran habérnoslo impedido antes. A veces no nos detenemos a pensar en eso y nos hacemos más daño, manteniéndonos lejos por cuenta propia, cuando no hay ninguna necesidad de ello. Cuando podemos estar con alguien que nos quiere sinceramente.

¿Volverás a casa esta Navidad?