La manera en que me miras
Desde que llegaste a mi vida, siento que una parte de mí que ni siquiera sabía vacía se ha llenado por completo, como si hubiera encontrado algo que no tenía idea de que me faltaba. Es tan especial el modo que tienes de hacer que cada instante se convierta en algo especial. Cuando estoy junto a ti, no importa si el día es gris o aburrido, porque hasta quedarnos en silencio se vuelve algo significativo.
¿Cómo haces para impresionarme cada vez que te veo? Quizá sean tus palabras, que siempre saben hallar el lado amable que tienen todas las cosas. O tal vez se deba a la forma en la que me besas y haces que pueda olvidarme de todo a tu alrededor.
O puede que se trate de la manera en la que me miras, porque cuando tus ojos se cruzan con los míos y puedo observarme en tus pupilas, tengo la seguridad de que todo va a encontrarse bien. Eres lo más valioso que he tenido en mucho tiempo y a veces me parece tan maravilloso, que temo que se termine en cualquier momento. Y aunque no sé lo que vaya a suceder más adelante entre nosotros, sé que quiero prolongar esto tanto como me sea posible.
Incluso cuando discutimos, siento que no puedo enfadarme para siempre contigo porque lo cierto es que te necesito más de lo que nunca llegué a imaginar. Quiero que sepas siempre que eres una persona especial, a la que he aprendido amar con todas sus virtudes, sus defectos y todos los detalles que te hacen alguien único. Jamás me atrevería a pedirte que cambiaras, porque eres un ser perfecto para mí.
Hay muchas cosas que desearía decirte y para las que siento que mis palabras nunca serán suficientes. Por hoy, lo único que deseo es que tengas presente cuanto te amo.