La noche en tus pupilas
La noche en tus pupilas me confío un secreto
me susurró al oído que había contado todos tus latidos
transformó esos ojos tuyos en dos brillantes luceros
le dio a tu piel ese sabor que un buen día me enloqueció
y mientras el tiempo transcurría en un reloj que estaba vacío
descubre que te habías quedado por completo mi corazón.
La negrura de tus ojos me tragó entero como un abismo
quise adueñarme de cada uno de tus besos
y he pagado mi ambición con un solo pensamiento
el recuerdo de tu mirada en un rinconcito de mi cabeza
y el sonido de tu voz como un eco en cada uno de mis sueños
como una canción que ha de reptirse sin descanso.
La noche en tus pupilas fue como un encantamiento
que me demostró lo que es encender una llama en el corazón
cuando tus manos encontraron las mías aquella tarde de verano
y la brisa soplaba sobre tu cabello como la seda
trayéndome ese perfume tan tuyo que ahora llevo en mi piel
una promesa implacable de este sentimiento eterno.
La rosa que crecía en mi corazón fue arrancada de cuajo
y ahora es tuya y no se desprenderá de su nuevo lugar
mi alma te perteneció desde que nuestras miradas se cruzaron
mis caricias fueron tuyas a partir de ese embrujo tuyo
que me arrojaste quizás inconscientemente
o quizá con toda la intención de volverme tu esclavo.
La noche en tus pupilas se ve más oscura, más profunda que nunca
se siente como un pozo negro del que no quiero escapar
quizá mi camino debía enredarse con el tuyo por capricho del destino
tal vez nunca pueda verme libre de este amor que es como el fuego
y me está quemando las venas con su pasión
que me carcome cada vez que me das una mirada.