La paz de tu mirada
Te observo a través del tiempo y me pierdo una vez en tus orbes
un rayo de luz traspasa el velo de mi oscuridad
un silbido del viento me trae una melodía lejana
creo reconocer tu voz en un rincón de mis recuerdos
y es entonces que me doy cuenta que jamás podría existir
sin sentir cuanto me transmite la paz de tu mirada.
Sé que podrían pasar siglos a partir de este mismo momento
tantas cosas podrían pasar y tu rostro seguiría intacto en mi memoria
el tacto de tus manos, la manera en que tu pelo se mueve con la brisa
tantas cosas que adoro en tu persona y se han vuelto para mí
tan indispensables como el aire que respiro
te necesito más que a la sangre que corre en mis venas.
No puedo dejar de observarte ni siquiera cuando la noche extiende su manto
de repente todo se torna más frío pero no me siento temblar
estás tan cerca de mí como siento que lo están las estrellas sobre nosotros
si te apartaras de mi lado abrirías una grieta en mi corazón
cada uno de mis latidos agonizaría herido y no encontraría el consuelo
que solo tú me puedes dar cuando te vuelves hacia mí
y dejas que me abra paso entre la paz de tu mirada.
Tus ojos se han convertido en mi única esperanza
cada día resplandecen más ante mí y me muestran lo que es amar
el murmullo de mis dudas se vuelve cada vez más pequeño
podría pasarme años deambulando en los confines de tu mirar
solo para encontrarme con que la única verdad que ha tenido sentido en mi vida
es que te amo más que a mis propias ganas de seguir despertando cada día.
Amo la paz de tus ojos.