Momentos compartidos

En el fondo todos queremos encontrar a esa persona ideal, por más que disfrutemos de nuestra soledad o hayamos decidido cerrarle las puertas al amor. Hay algo en el ser humano que simplemente, busca esa compañía especial y la felicidad que surge cuando hay un sentimientos correspondido. A pesar de las decepciones y del dolor. ¿Por qué será que amamos tanto sufrir?

Quizá porque siempre queremos mantener en nuestra memoria esos recuerdos que están llenos de dicha y que vale la pena revivir una y otra vez. Momentos compartidos que no se pueden borrar, porque son como cicatrices de romances que se rompieron o que no pudieron ser, pero que al menos nos recuerdan que estamos vivos.

Lo más ello de enamorarse no es tener una relación, sino sentir que eres capaz de hacer cualquier cosa por la otra persona, porque has decidido entregarle tu corazón sin reparos y porque por primera vez, no importas tú, sino alguien que llena tu mundo de luz.

Es bonito sentir que hay alguien especial en tu vida y darte cuenta de que después de todo, no estabas tan solo como pensabas. Confirmar que la soledad es tan solo un estado momentáneo y presentir que dentro de cada uno de nosotros, hay algo que parece estar destinado a encontrar una mitad faltante, esa que es capaz de complementarte para crear tu felicidad.

Pero a veces solo parece que es más difícil hallarla y nos negamos a cualquier posibilidad. Nadie dijo que el amor fuera a ser sencillo y es precisamente eso lo que lo hace tan valioso. Las cosas más hermosas son las que se consiguen con más esfuerzo. A veces tus lágrimas son parte de un trato que estás dispuesto a afrontar, solamente porque sabes que el resultado es digno de vivirse. Por más efímero que este sea.