Porque a pesar de todo, siempre estaré para ti
¿Cuántas veces no me has lastimado aunque fuera sin pensar? Es una pregunta que me he estado haciendo a menudo, porque aunque eres lo más valioso que tengo, debo reconocer que estás lejos de ser ese ser perfecto que al principio me parecías. A veces también me pregunto porque sigo a tu lado. Suena cruel de decir pero tengo que hablar con sinceridad. Supongo que así es como funciona el amor; darlo todo por la otra persona incluso cuando estás llegando al límite y sin importar el daño que te pueda hacer. Es una tontería si lo piensas bien. Una tontería muy arriesgada.
Hay ocasiones en las que ni yo puedo entender porque hago tantas cosas por ti. He llorado a causa tuya, me he sentido mal con tus palabras y me roto la promesa que mil veces me hice, esa en la que me decía que no volvería a permitir que me lastimaras.
Pero luego, tú volvías pidiéndome perdón y me prometías también que no me dañarías una vez más, porque soy lo más importante para ti. ¿Lo soy? No sabría decirlo. Tal vez, muy en el fondo, tú estés diciendo la verdad. Tal vez todavía no hayas aprendido a amar del todo, porque no puedo negar que también has sufrido y no hay algo que sea más difícil que comprender a alguien a quien no le han enseñado lo que es el amor.
No hay nada más complicado que tratar de reparar a alguien que se ha roto.
Pero así como eres, con todos tus defectos y la maldita manía que tienes de estrujas mi corazón, yo te seguiré queriendo. ¿Por qué? Creo que nunca encontraré la respuesta a eso. Creo que jamás entenderé como soy capaz de hacerlo, pero es así.
A pesar de todo, siempre estaré para ti.