Reflexiones diarias para pensar

Hay tantas cosas en las que nos es inevitable pensar conforme pasan los días. Problemas románticos, desilusiones, cuestiones de amigos y entre la familia. Preguntas acerca de la vida que simplemente, se han vuelto una constante para nosotros como personas. El día de hoy, hemos traído para ti de manera muy especial, una serie de reflexiones que te pueden ayudar si te encuentras confundido. Esperamos que disfrutes con cada una de ellas y por supuesto, que te animes a compartirlas con quien más lo necesita.

El amor no ha sido bueno conmigo

Me he equivocado tantas veces. He confiado en personas que no debía y escogido a quienes solo me han lastimado. Algunas veces ni siquiera he visto correspondidos mis sentimientos, aunque fuera de forma ficticia. Cuando creí que mis sueños románticos se cumplían, me topé con una cruel decepción como realidad.

¿Por qué he de tener tan mala suerte en las cuestiones del corazón? Creo que no soy una mala persona. Más de una vez he estado dispuesto ha entregarlo todo, a amar con sinceridad y recibir amor de la misma manera.

Pero aquí me ves, tan solo como el principio. ¿Llegará el día en que por fin, pueda hallar a alguien dispuesto a compartir mis penas y momentos de felicidad? A veces creo que la respuesta es nunca. A veces quiero gritar y rebelarme contra esta situación, otras espero resignarme y terminar de matar la esperanza, que muy en el fondo, sigue torturándome al pensar que no todo esta perdido.

Es difícil creer en el amor, cuando la vida no te ha brindado más que la carencia del mismo con tantos errores como los que he cometido. Sigo esperando el momnto en que llegué la persona indicada, para demostrarme lo contrario.

Reflexiones diarias para disfrutar

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Momentos de oscuridad

La gente a mi alrededor sonríe, pero yo camino sin compartir el sentimiento. Creo que son falsos. Difícilmente puedo encontrar en este instante, algo que me haga sentir confianza verdadera. Hay personas que se acercan mostrando un rostro completamente diferente, al que tienen en realidad. Amigos que te dan la espalda en el momento menos esperado. Amores que no lo son, porque te abandonan cuando te sientes más vulnerable.

Creía que nada podría hacerme daño, porque no conocía lo delicados que pueden ser los sentimientos. Si dejara entrar a alguien más a mi corazón ahora mismo, no podría dejar de pensar que me estoy exponiendo a una grave decepción. Supongo que mentir esta en la naturaleza de los seres humanos.

Muchos ojos me observan en mis momentos de oscuridad, los siento fijos en mí. Miradas de pena y desaprobación por parte de mi familia, de mis amigos, de gente en general. He aprendido a pasar de largo respecto a lo que los demás piensan de mí, porque sé que difícilmente lograré darles gusto a todos. Y tampoco debo molestarme en hacerlo. ¿Por qué habría de intentarlo, si no me siento conforme conmigo mismo?

A veces vale la pena pasar de lado junto a ellos y confiar en mostrar mi verdadero yo. Aunque el único apoyo con el que cuente, provenga únicamente de mí.

Para amarte

¿Crees que necesito ser una persona excepcional para amarte? Porque me basta con lo que siento, y con saber que es verdadero. Hace mucho tiempo que no me sentía así por nadie en especial. Vienes y me dices que no puedes confiar así como así en lo que siento. No te culpo. Yo tampoco lo haría porque me han lastimado bastante.

Incluso sé que me estoy arriesgando al pretender darte mi corazón en bandeja de plata. Pero ¿qué quieres que haga? No he aprendido la lección y sigo enamorándome sin la menor precaución. Hay veces en las que desearía poder tener pleno control sobre mis emociones.

Es curioso como los seres humanos, somos capaces de albergar tanto amor pese a las decepciones. Quiero decir que al principio no me hizo mucha gracia, descubrir que había caído de nuevo. He tenido que lidiar con muchas equivocaciones que casi me cuestan la cordura. No sé si sabes lo mucho que duele, cuando te das cuenta de que alguien a quien amas no puede corresponderte de la misma forma y ha decidido jugar contigo.

Estuve al borde de la desesperación. Hoy aún sigo estándolo, pero por motivos distintos. Todo en ti ha hecho que cambie una vez más, mi manera de pensar; aunque no te ocultaré que en muy en mi interior sigo teniendo dudas. Y así con todo, he decidido seguir adelante.

La verdad detrás de las acciones

Cada cosa que hacemos tiene una consecuencia, es algo que me ha tocado aprender a las malas. Karma, si quieres llamarlo así. Creo que muchas veces es cierto eso, de que no hay crimen que no quede impune. El mío fue pensar que podía ir por ahí haciendo lo que me venía en gana, metiéndome donde no debía y lastimando a la gente que era buena conmigo. Aún no sé explicar que fue lo que me hizo actuar de este modo. O tal vez si conozca la respuesta, pero aún no estoy preparado para aceptarla.

En todo caso, hoy estoy más consciente que nunca de lo mal que hice. Sé que no es suficiente con admitirlo cuando el daño ya esta hecho. Desearía volver atrás el tiempo para poder detenerme a mí mismo, pero las mismas horas se han transformado en mis peores enemigas. Siempre avanzando, con tal de que los rencores se vuelvan más profundos.

No voy a excusarme más. No voy a huir más de mis problemas. Estoy cansado de hacer como si nada me importara, haciendo que otros paguen por mis acciones que a final de cuentas, siempre ocultan una verdad. Y la verdad es que soy más cobarde de lo que pensaba, aunque intente aparentar lo contrario. Lo cierto es que no he tenido el valor para enfrentar mis obstáculos, como se supone que debería hacerlo.

Puedes mirarme con desprecio o con lástima. Tienes derecho a sentirte impotente, pero ten la seguridad de que yo también lo estoy en este momento. Lo peor es la sensación de vacío, la culpa y el remordimiento.

Si me permites fallar

Voy a tratar de hacerlo mejor la próxima vez, si me permites fallar. Tú sabes mejor que nadie en este mundo, que estoy muy lejos de ser perfecto. De hecho podrías describirme como todo lo contrario. ¿Cuántas veces no lo he echado a perder? Hubo tantos instantes en que lo fastidie por completo y te seré sincero, no puedo prometerte que no vaya a ser así el día de mañana o en varios años.

Pero si puedo jurarte que lo seguiré intentando y que nada me detendrá. Ni siquiera tu poca fe en mí, a causa de esas equivocaciones que he cometido. Voy a seguir levantándome y voy a seguir pensando en que nunca es tarde para hacerlo mejor, porque ¿sabes una cosa? Esa esperanza es lo único de lo que puedo aferrarme.

No digas que será en vano, porque el esfuerzo verdadero nunca lo es. Hoy fracaso. Mañana habré de tener éxito y con bastante experiencia, porque hasta mis errores distan mucho de ser en vano. Quiero que recuerdes esto siempre.