Reflexiones sobre el odio y el amor

El odio y el amor, dos sentimientos que todos llegamos a experimentar y que a pesar de ser tan opuestos entre sí, pueden tener mucha relación el uno con el otro. Dicen que el primero surge muchas a veces a partir del segundo y viceversa. Lo cierto es que hay personas que a pesar de estar hechas la una para la otra, a veces tienen problemas para demostrarlo. ¿Te ha sucedido en alguna ocasión? Si es así, entonces las reflexiones del día de hoy quizá sean algo con lo que te puedas sentir identificado

Lo que no me atrevo a decir

Te observo y llego a la conclusión de que eres la única persona capaz de sacarme de mis casillas y al mismo tiempo, hacer que se aceleren los latidos de mi corazón. Me frustra el hecho de saber que jamás podrás estar conmigo, porque nos hemos hecho mucho daño. Y gran parte de la culpa es mía. Por mucho traté de engañar a mi corazón, negándome a aceptar lo que sentía por ti, ¿por qué es tan difícil escuchar lo que sentimos? Tengo la impresión de que estás ahí solamente para castigarme, porque incluso ahora que me he dado cuenta de mis sentimientos, seguiré portando la misma máscara hipócrita. Tú seguirás detestándome y yo seguiré lastimándote, aunque por dentro me este derrumbando, por aquello que no me atrevo a decir.

Amarte en vano

Siempre dije que no dejaría entrar a nadie en mi corazón. Es una decisión que tomé después de ver como tantas historias felices, fracasaban a mi alrededor. Pero llegaste tú y cambiaste todo lo que sentía. Y esto me molestó tanto, que no me quedo de otra más que odiarte, odiarte por ser la única persona capaz de derrumbar mis defensas. Hoy no sé como debo actuar, así que hago todo cuanto este a mi alcance para que jamás descubras, el lugar tan profundo que has llegado a ocupar dentro de mi corazón. Me duele cada mirada resentida que me das, a pesar de que trato de ser fuerte. Sé que nunca lograré olvidarme de ti y eso es algo que me tortura. Sufriré por amarte en vano y porque tengo que aceptarlo, soy cobarde.

En silencio

No sé como encontrar una maldita manera de olvidarme de ti. Ahora mismo, ni siquiera quisiera estar acordandome de las cosas que haces o dices. De tu forma de ser y tu físico. El simple hecho de pensar en ti me pone mal. Detesto no poder controlar el latido de mi corazón. Odio no poder encontrar a alguien con quien reemplazarte, porque para colmo de males, nunca te he tenido y lo más probable es que nunca lo haga. No entiendo porque la perspectiva de estar contigo, me hace fantasear de una forma tan estúpida. No me agradas o al menos eso es lo que quiero creer. Eres todo lo opuesto a mí, debería pasar de ti y punto. Entonces ¿por qué no puedo hacerlo? ¿por qué me quedo mostrándote mi peor cara mientras me creo ilusiones en silencio?

Para olvidarte

He pensado en muchas formas y soluciones para olvidarte. Cada una de ellas da vueltas y vueltas por mi cabeza sin resultado alguno. Eres una piedra muy molesta que se ha cruzado en mi camino, lo arruinaste todo al quedarte con mi corazón. Tú no lo sabes, porque piensas que te aborrezco y sin duda has sabido corresponder ese sentimiento. Pero yo lo sé y voy a estar consciente de ello cada segundo de mi existencia. Maldita sea. Hay veces en las que desearía desaparecer, porque ya me estoy cansando de ocultar todo esto.