Si me preguntas porque te quiero
Es difícil dar una razón para quererte. Sucedió así, de la nada y tan repentinamente que ni yo mismo podría precisar cuando ocurrió. Eres una persona tan especial que se me ocurren a la vez varias excusas, que han hecho que termines robándote mi corazón. ¿Por qué me he enamorado de ti? Es una pregunta que me hago en mi interior a veces y que divago mucho en contestar.
Pero si me preguntas porque te quiero, tal vez pueda comenzar diciéndote que tu sonrisa ilumina cada detalle a mi alrededor, haciendo que me olvide por completo de mis problemas.
Podría decirte también, que me encantan sus ojos y como son capaces de hablar por ti incluso cuando tú quieres callar. Tu mirada es posiblemente la cosa más bonita que haya visto y no quisiera perderla jamás. Eres una persona tan transparente en todo lo que haces y a menudo me haces descubrir pequeñas cosas, que antes habría jurado que no tenían sentido. Contigo puedo ser quien yo quiera, sin tener que rendirle cuentas a nadie. Puedo sacar mi lado romántico a flote, ese que pensaba que no existía y del que tú has sido testigo tantas veces.
Si te estás cuestionando como es que he llegado a pensar tanto en ti, no debes preocuparte por eso. Es imposible que no ocupes cada uno de mis pensamientos, porque desde que te conozco que me he dado cuenta de cuanto me complementas. Con tus actitudes y tu manera de pensar, hasta con tus palabras que suelen exasperarme pero además suelen estar cargadas de razón.
Te quiero con cada una de tus imperfecciones y las cosas maravillosas que te hacen ser quien eres. Te amo como nunca he amado a nadie y si el día de mañana me dijeras que te marchas lejos, yo te seguiría hasta el fin del mundo.