Si tan solo estuvieras aquí

Ponerme en pie cada día se ha vuelto la tarea más difícil del mundo, sabiendo que mi rutina no está completa sin ti. Antes en ella había tantas cosas que valían la pena porque tú estabas a mi lado. Hoy me doy cuenta de que solo hay un vacío y es que desde que tú te fuiste, las cosas no son iguales. Pusiste mi mundo entero de cabeza y ten por seguro que si pudiera retroceder el tiempo, habría hecho hasta lo imposible porque te quedaras. Porque es ahora que recién veo que el orgullo no me ha traído cosas buenas.

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Duele mucho saber que estás lejos y que pude haber hecho algo para remediarlo. Duele recordar que no siempre fue así y que antes prometimos que nada nos podría separar. Es curioso como cambian las cosas, ¿no te parece? De un momento a otro todo puede volverse de lo más inestable y cuando menos te lo imaginas, estás preguntándote a ti mismo que fue lo que hiciste mal.

Lo peor de todo es que sé la respuesta. Si tú tan solo estuvieras aquí conmigo, podrías escucharme aceptarlo y podrías ver también que no anhelo otra cosa, que reparar mis errores y pedirte una segunda oportunidad.

Y es que una parte de mí todavía tiene miedo de ir a buscarte, de pensar en lo que te diré apenas tu mirada se cruce con la mía y eso que quiero decirte tantas cosas… hay tanto que tendrías que escuchar y tanto que yo tendría que haber valorado antes. En mi interior, todavía guardo la vaga esperanza de que seas tú quien vuelva, que vengas a buscarme para recuperar tanto tiempo perdido.

Luego me doy cuenta de que de nada sirven esos sueños. Porque puede que tal vez, tú estés siendo feliz con alguien más.