Sufrir por amor
Resulta irónico pensar que algo tan bueno como el amor no pueda traer más que desdichas. En los romances existe de todo y aquellos que son no correspondidos, se encuentran a montones entre las historias con finales tristes. ¿Por qué amar tiene que dolernos tanto en ocasiones? ¿No merecemos todos encontrar a alguien que nos quiera ver? ¿Por qué tiene que ser tan complicado hallar a esa persona especial?
A casi nadie le es desconocido el hecho de sufrir por amor, ya sea de oídas o porque les ha tocado vivirlo en carne propia. Y es que si hay algo que puede ser impredecible, son precisamente los sentimientos, que nos traicionan en los momentos más inadecuados.
Quizá si aprendiéramos a no sentir todo sería más sencillo, no nos inventaríamos historias imposibles en la cabeza, ni nos alimentaríamos de ilusiones que no se pueden volver realidad. No esperaríamos nada del amor que este no nos pudiera dar, porque al fin y al cabo, de nada sirve tener expectativas vanas que solo nos destinan a caer desde lo más alto.
Lo cierto es que cuando se ama con todo el corazón, solo nos estamos poniendo en riesgo de ser lastimados de la peor manera; arriesgando toda nuestra buena voluntad para ser usada por alguien que se aprovechará de ella, o que lo ignorará sin el menor de los miramientos.
Es cruel ponerse a pensar que algo tan aparentemente inofensivo y dulce como lo es el amor, pueda de hecho causar tanta pena y transformarse en algo oscuro. Porque después de todo, las sensaciones más viles como el odio y el resentimiento, surgieron porque una vez se amo y se confío con demasiada fuerza. Y cuando estás en el abismo, difícilmente puedes escapar ya que te has acostumbrado a estar rodeado de oscuridad.