Tan lejos de ti

Hoy que nos encontramos con más distancia de por medio que nunca, no puedo evitar pensar en cuanto extraño tus abrazos y esa sonrisa que tienes reservada solo para mí. Quiero dar la vuelta y emprender el camino de regreso; si tan solo pudiera adelantar mi vuelta o tenerte conmigo en este mismo momento. Me doy cuenta de que me haces más falta que nunca.

Y pensar que llegamos a decirnos que el tiempo se pasaría volando. Miro el reloj y parece avanzar más lento que nunca, y aunque dijiste que me esperarías, me descontrolo y me encuentro añorándote como nunca lo he hecho en mi vida.

En lo que más estoy pensando es en tu mirada, porque tienes unos ojos en los que podría perderme cualquier momento del día y en los que me es tan fácil leer como te sientes y todo lo que sientes, que nunca quisiera dejar de verme en ellos. Pienso también en tu voz y como el simple hecho de escucharte decir un «te quiero» o un «buenos días», es suficiente para hacerme sonreír y saber que tengo suerte de que me ames.

Ahora mismo no podría decidirme si me preguntaras que es lo que más hecho en falta, porque lo cierto es que eres una persona llena de virtudes que adoro e incluso de pequeños defectos que te vuelven especial, y que he aprendido a querer más de lo que aprecio en mi. Me gusta tu forma de ser, que me he enseñado a ver a mi alrededor de una forma distinta, la manera en la que hablas y en la que te mueves, y tus gestos cuando eres feliz.

Pronto volveré a casa y entonces, no volveremos a separarnos. Porque es tan larga la espera sin ti, que simplemente no deseo atravesar por ella de nuevo.