Tiempo de generosidad
El invierno ha llegado y con él una nueva temporada llena de regalos y sorpresas, de tantas cosas de las que disfrutamos y en las que nos ponemos a pensar con ansias, sin darnos cuenta de que muchas veces, olvidamos otras tantas. La época navideña es un momento perfecto para recibir obsequios de toda la gente que nos importa, pero también para preguntarnos cuan generosos estamos dispuestos a ser con los demás y si hemos hecho cosas que valgan la pena durante el año.
Parece increíble pensar que un mes del año tan lleno de felicidad para las personas en general, pueda encerrar tanta tristeza para otras. Y es que no hay nada más doloroso que querer pasar un tiempo tan lleno de magia con tus seres queridos, y recordar que no están o se encuentran muy lejos. O bien, estar pasando por una racha difícil cuando todos a tu alrededor sonríen.
¿Por qué jamás nos detenemos a pensar en todas esas personas que lo están pasando mal? Lo más bonito de esta época no solamente son las fiestas, los regalos o la comida. Es poder demostrar que tenemos buenos sentimientos y no hacer distinción a la hora de compartirlos con los demás.
Un año que está finalizando nos da la oportunidad de pensar en las cosas que poemos hacer mejor durante el siguiente, y de dejar atrás todas esas situaciones que nos amargaron en el pasado. Nos dice que nunca es tarde para volver a comenzar de nuevo y que, si no fuiste la persona que te habría gustado ser durante los meses anteriores, definitivamente puedes serlo durante los que vienen.
Pero sobretodo te ayuda a valorar el presente y te enseña a ser generoso con los demás, porque el tiempo se va deprisa y puede que mañana, tú necesites que alguien más sea generoso contigo.