Una carta para un amor no correspondido
Duele tanto mirarte de lejos y hacerme a la idea de que voy a tener que acostumbrarme, a convivir contigo solo de esa manera. En tu corazón no hay espacio para mí pero tú sigues como una espina clavada en el mío. Quiero sacarte de aquí dentro, pero no encuentro la manera de hacerlo sin que te metas a sitios más profundos y me sigas lastimando. ¿En qué estaba pensando cuando me fijé en ti?
No puedo vivir sabiendo que jamás me verás como alguien a quien puedas amar, pero tampoco puedo hacerlo siendo consciente de que tengo que olvidarme de ti. Respirar se ha vuelto algo tan difícil.
Sigo pensando que debí tomar mis precauciones y asegurarme de que no pudieras herir mis sentimientos. Pero la verdad es que te entregué mi corazón por completo, no porque no hubiera otras opciones, sino porque lo sentía correcto y a pesar de que sé que nunca serás para mí, sigo pensando que jamás podría amar con tal intensidad a alguien más. Es algo extraño y que me frustra todos los días, pero que tampoco pueda evitar.
Hoy te vi una vez más a lo lejos y traté de mantenerme en la distancia.
No hay de otra cuando se trata de tú y yo. Siempre voy a ser la persona que esté ahí para ti, aunque tú apenas repares en ello y te veré buscar en tantas partes lo que yo podría darte con tanta facilidad. ¿Por qué las personas nos complicamos tanto cuándo se trata del amor? Yo estoy aquí, pero ú no me ves y pienso una vez que la vida definitivamente no es justa.
A alguien le gusta meternos en líos o somos nosotros mismos quienes lo hacemos sin darnos cuenta. De cualquier manera, mi corazón sigue latiendo cada vez que tú te acercas.
Quisiera que dejara de ser así.