Una pequeña carta de amistad

A lo largo de los años, siempre he sabido de alguna manera que solo existía una persona en la que podía confiar plenamente. Ese alguien que iba a escuchar todos mis problemas u opiniones sin juzgarme mal, y de quien siempre iba a obtener un valioso consejo. Has estado a mi lado por tanto tiempo que hoy, simplemente no tengo idea de como podría seguir adelante, si un día tuvieramos que separar nuestros caminos.

Para mí siempre ha sido importante este lazo que compartimos, porque a tu lado es que puedo ser quien soy realmente. Nunca me has fallado cuando más te necesite e incluso, en esos momentos en los que solo quería cometer una locura con alguien o pasar un rato agradable.

No tienes idea de todo lo que significas para mí. Cuando pienso en que debo hablar con alguien, eres la primera persona que me viene a la mente. Cuando tengo ganas de compartir alguna buena noticia o algo muy especial, sé que tú debes estar en primer lugar para poder hacerlo. Me has dado tanto con tu apoyo y tu cariño durante el tiempo que llevamos de conocernos, que te siento como un miembro más de mi familia. Y no podría ser de otra manera con nadie más.

Siento que hay tanto por lo cual agradecerte y tantas cosas que nos esperan de aquí en adelante, que todos los días espero de verdad que permanezcamos con la misma unión que tenemos ahora. Porque si tú o yo tuvieramos que partir lejos del otro, tendría un obstáculo que me sería imposible de vencer.

Por tu amistad sincera y los buenos deseos que siempre me has demostrado, es que te llevo muy dentro de mi corazón. Por favor, jamás dejes de confiar en mí de la misma manera en que yo lo hago contigo.