Una triste Navidad
Se supone que la Navidad es una época que no debe estar estar llena más que de alegrías, pero este año ha sido el más difícil de todos y después de pasar por tantos retos y tristezas, no sé si pueda contagiarme del espíritu que tienen los demás. Quiero observar las luces navideñas y sentirme bien por dentro, pero tengo que admitir, que no siempre puedo sentirme feliz a pesar de las canciones y los obsequios que escucho y observo en todos lados. No es tan sencillo. Puede que dejar atrás los momentos difíciles sea lo mejor que me ocurra, pero en este momento eso parece tan imposible.
¿Por qué cuando más tratas de olvidar lo que te hace daño, esto insiste en regresar con más fuerza? Tan solo quisiera tratar de pasarla bien, perdonar como tanto dicen que se hace en estas fechas y volver a empezar de cero. No atormentarme deseando cambiar cosas que sé que no puedo cambiar. Temblar solamente a causa del frío y no por los problemas que me invaden. Hay veces en las que me siento sin escapatoria.
Es lamentable ver que llegan las fiestas de fin de año y no poder vivirlas con la misma calidez y amor del que disfruta el resto de la gente. Se siente mal estar en casa cuando los demás están festejando y tienen razones de peso para ello. La soledad es más difícil de sobrellevar en Navidad. No me explico porque; supongo que porque nunca ha sido como los demás días y uno siempre ha estado obligado a ser feliz, o es aislado por completo. Y porque nadie quiere lidiar con las inquietudes de otros cuando llega una temporada como esta.
Puede que el próximo año encuentra un motivo sincero por el cual sonreír, pero por hoy, esta para mí es una triste Navidad.